A veces finjo estar desconectado
A veces finjo estar desconectado
En un mundo donde la conectividad es constante, hay momentos en los que simplemente queremos desconectar. Esta es una reflexión divertida sobre esa sensación.
¿Por qué finjo estar desconectado?
A veces, la vida digital puede ser abrumadora. La presión de responder mensajes, correos electrónicos y redes sociales puede ser agotadora. Así que, ¿por qué no fingir que no estoy en línea?
Días de desconexión
Esos días en los que decido que no necesito mi teléfono o mi computadora. Es como si hubiera encontrado el botón de pausa de mi vida digital.
Las reacciones de los demás
Sus caras cuando descubren que no respondí: atónitas. Es divertido ver sus reacciones cuando se enteran de que estuve desconectado. "¿Estás vivo?", me preguntan. ¡Claro que sí!