Demasiado Gordo para el Fitness, Pero Lo Intento
La Verdad Cruda del Intento de Fitness
Porque la motivación dura lo que una galleta recién horneada
Hoy decidí empezar mi camino fitness. De nuevo. Como sé que haré mañana. Y pasado mañana. Probablemente.
Mirando todas esas fotos de personas increíblemente tonificadas en redes sociales, me siento como un pez fuera del agua. O más bien, una pizza en un gimnasio.
El ritual del día de gimnasio
1. Buscar las mejores zapatillas deportivas (las que tienen menos polvo)
2. Preparar la playlist más épica
3. Tomar 100 selfies antes de salir de casa
4. Llegar al gimnasio y darme cuenta de que no sabría cómo usar la máquina elíptica si mi vida dependiera de ello
5. Terminar el workout después de 10 minutos porque "necesito revisar mi teléfono"
En resumen...
Intentar ser fitness cuando no naciste para ello es como intentar ser gato cuando eres perro. Lo intentas, pero al final solo quieres dormir y comer.