Ingredientes

• 2 tazas de garbanzos secos (remojados durante 24 horas)
• 1 cebolla mediana, picada
• 4 dientes de ajo, picados
• 1 puñado de perejil fresco, picado
• 1 puñado de cilantro fresco, picado
• 1 cucharadita de comino molido
• 1 cucharadita de cilantro molido
• 1/2 cucharadita de pimienta negra
• 1 cucharadita de sal
• 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
• 2 cucharadas de harina de garbanzo o harina común
• Aceite vegetal para freír

Preparación

Paso 1: Remojar los garbanzos

Coloca los garbanzos secos en un bol grande y cúbrelos con agua. Déjalos remojar durante al menos 24 horas. Escúrrelos y enjuágalos bien antes de usar.

Paso 2: Procesar los ingredientes

En un procesador de alimentos, agrega los garbanzos remojados, la cebolla, el ajo, el perejil, el cilantro, el comino, el cilantro molido, la pimienta negra y la sal. Procesa hasta obtener una mezcla homogénea, pero no demasiado fina.

Paso 3: Formar las albóndigas

Transfiere la mezcla a un bol y añade el bicarbonato de sodio y la harina. Mezcla bien con las manos. Forma pequeñas albóndigas con la mezcla y aplástalas ligeramente para darles forma de disco.

Paso 4: Freír los falafel

Calienta el aceite en una sartén profunda a fuego medio-alto. Fríe los falafel en lotes, asegurándote de que queden dorados y crujientes por ambos lados. Escúrrelos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Paso 5: Servir

Sirve los falafel calientes acompañados de pan pita, hummus, ensalada y salsa de tahini. ¡Disfruta!

Consejos adicionales

Para una versión más saludable, puedes hornear los falafel a 180°C durante 20-25 minutos, dándoles la vuelta a mitad de la cocción.